Publicado el 12 del 02 de 2020
SANTA EULALIA
Hace menos de un mes publiqué un artículo sobre San Antonio Abad. Hoy otro sobre Santa Eulalia. No crean que voy a repasar todo el santoral. Eulalia – que significa “la bien hablada” - era el nombre de mi madre y yo soy de Barcelona, de la cual es patrona la niña martirizada y asesinada en febrero de 303 por los esbirros del emperador Diocleciano. Existe otra Santa Eulalia, la de Mérida, cuya historia es muy similar, casi idéntica, y que fue torturada y muerta en diciembre de 304. El culto a la santa de Emérita Augusta es del siglo IV mientras que la primera referencia a la Eulalia de Barcino data de 660. Es por eso que algunos creen que se trata de una versión de la primera aunque su muerte acaeció casi dos años antes.
Lo más probable es que se trate de la misma persona y que esta historia pertenezca al ámbito de lo legendario. Sin embargo, y como es bien sabido, todas las leyendas suelen tener una base real, por lo que se puede afirmar sin demasiado temor a equivocarse que muy a principios del siglo IV una niña cristiana de 13 años llamada Eulalia fue martirizada y crucificada en Hispania en tiempos de la furibunda persecución de Diocleciano y Maximiano (coemperador); en Barcelona, en Mérida, o donde sea.
Yo hablaré de Santa Eulalia de Barcelona porque esta es mi ciudad y me hace ilusión hablar de ella. Alguno de los cuadros que mostraré representan a Eulalia de Mérida pero como la historia es casi igual puede aplicarse a la otra Eulalia, ya que casi con total seguridad son la misma niña.
Según el gran etnólogo y folclorista barcelonés Joan Amades, Eulalia nació en el año 290 en el pueblo de Sarriá, hoy en día un barrio más de Barcelona, en la parte más alta de la ciudad. Fue educada en el cristianismo y desde pequeña había protagonizado hechos milagrosos como hacer brotar agua de un pozo seco o transformar unos panes en flores. Destacaba por su espíritu caritativo que, en ocasiones, enfadaba a sus padres que consideraban excesiva y ruinosa su generosidad.
Un día, Eulalia se escapó de casa y caminó hasta Barcino , distante unos seis kilómetros. Al llegar al templo pagano se encaró con el gobernador Daciano y le recriminó su idolatría y su persecución a los cristianos. Daciano le exigió que renunciase a sus creencias y ante la negativa de Eulalia, la encarceló y la condenó a ser azotada. Como la niña seguía sin querer apostatar, dictó que se le aplicaran trece torturas, tantas como años tenía. Le desgarraron la carne con garfios, la quemaron en un brasero, le echaron aceite hirviendo y plomo fundido y otra serie de salvajadas a cual peor. Sin embargo el martirio más tristemente famoso es el de meterla desnuda dentro de un tonel lleno de trozos de vidrio, clavos y afiladas piedras, y ser arrojada trece veces cuesta abajo por una calle que hoy lleva el nombre de “Bajada de Santa Eulalia”.
Bajada de Santa Eulalia (Barcelona)
Tras unos suplicios más a los que se hace difícil creer que sobreviviera, fue clavada, o atada, a una cruz en forma de X . Según la leyenda, una fuerte e imprevista nevada cubrió el magullado cuerpo de Eulalia. En el momento de expirar salió de su boca su tierna alma, en forma de una paloma que voló hacia el cielo.
Sus restos reposan en la Catedral de Barcelona, en una cripta de estilo gótico del siglo XIV.
Cripta de Santa Eulalia en la Catedral de Barcelona
Hay una numerosa iconografía sobre Santa Eulalia. Veamos algunos ejemplos:
Esta imagen es el “Martirio de Santa Eulalia” de Bernat Martorell, artista catalán del siglo XV. Es una pintura al temple y dorado con pan de oro sobre tabla. Se encuentra en el Museu Nacional d´Art de Catalunya.
Gabriel Palencia, pintor madrileño de la Casa Real, pintó este óleo en 1895. En este caso se trata de Santa Eulalia de Mérida. Está en el Prado.
El artista francés, afincado en España, Roberto Michel esculpió en 1753 este relieve en mármol destinado al Palacio Real. Actualmente está en el Museo del Prado.
De Pedro de Benavarre es esta tempera sobre tabla pintada en 1456. Se encuentra en la Catedral de Barcelona.
Este otro maravilloso relieve es de Bartolomé Ordoñez. Se titula “Juicio a Santa Eulalia por Daciano”. Es de 1519 y está también en la Catedral de Barcelona.
Finalmente un óleo del pintor prerrafaelita John William Waterhouse pintado en 1885. En este caso se trata también de la santa de Mérida. Se conserva en la Tate Britain de Londres.
El relieve en mármol de la foto de portada es de Pedro Villar. Se titula de “La crucifixión de Santa Eulalia de Barcelona” Es de 1564 y está también en la Catedral de la misma ciudad.
Hoy, 12 de febrero, se celebra su festividad. Felicidades a todas las Eulalias, Laias y Olayas.