RECOMENDACIONES

Publicado el 25 del 06 de 2019


 

RECOMENDACIONES

 

Uno de los tesoros más preciados que poseo es mi biblioteca; en parte heredada de mis padres, tíos y abuelos, y en parte adquirida por mí. En mi familia ha habido médicos, cirujanos, historiadores, profesoras de castellano, latín y griego, escritoras y traductoras. Todos eran muy dados a la lectura como pueden imaginar. A lo largo de los años he regalado unos 3000 libros a entidades benéficas; eran libros cuya temática no me interesaba, sabía que nunca leería y que no tenían  especial valor para un bibliófilo. Me quedan aproximadamente 7000, de los cuales  1500, como mínimo, he comprado yo.

 

Hoy quiero recomendarles una serie de diccionarios de enorme valor cultural. Todos ellos están escritos por autores de gran prestigio. No  son sólo obras de consulta, se pueden leer como si de un ensayo se tratase, abriéndolos al azar y dejándose llevar por sus exquisiteces eruditas.

 

 

 

El “Diccionario de Autoridades” se publicó por tomos entre 1726 y 1739 en la Real Academia Española, institución  que había sido fundada en 1713 por Juan Manuel Fernández Pacheco, Marqués de Villena y Duque de Escalona.

Se trata de la obra en la que se basa el posterior “Diccionario de la Real Academia Española” que todos conocemos. Su nombre: “de autoridades”, hace referencia a las numerosas citas de eminentes autores de la época. En su portada dice: Diccionario de la lengua castellana, en que se explica el verdadero sentido de las voces, su naturaleza y calidad, con las phrases o modos de hablar, los proverbios o refranes, y otras cosas convenientes al uso de la lengua [...] 

Además hay numerosísimas etimologías y citas latinas.

La edición de la fotografía – de Gredos – es facsímil. Creo que está agotada en las librerías pero es relativamente fácil de encontrar en tiendas de  internet.

 

 

 

Pierre Grimal, distinguido historiador, filólogo, latinista, profesor y mitólogo francés, publicó este maravilloso “Diccionario de Mitología Griega y Romana” en 1951. Desde entonces ha ido reeditándose constantemente. Puede acompañarse de la “Teogonía” de Hesíodo, “Las Metamorfosis” de Ovidio y “Los Mitos Griegos” de Robert Graves.

 

           

 

En el prólogo a la segunda edición de 1969, Juan-Eduardo Cirlot dice que este “Diccionario de símbolos” es el libro preferido de cuantos ha escrito y al que más desvelos ha dedicado. Cirlot - poeta, músico, crítico, mitólogo y hermeneuta barcelonés – bebe de las más diversas fuentes (antropología, esoterismo, historia de las religiones, mitología, psicoanálisis...) para escribir este riquísimo e imprescindible diccionario. La última edición, que yo sepa, es la publicada por la refinada editorial Siruela en 2018. La obra, un clásico absoluto de la Simbología, está dedicada a su amigo Marius Schneider, musicólogo y antropólogo, autor del conocidísimo “Origen musical de los animales-símbolos en la mitología y la escultura antiguas”.

 


 

Joan Corominas dedicó toda su vida a escribir esta gigantesca obra: el “Diccionario Crítico Etimológico Castellano e Hispánico”. Parece imposible que una sola persona pueda tener tantos conocimientos y desarrollar tanto trabajo, aunque  en las etapas finales de la redacción del diccionario contó con la colaboración del académico José Antonio Pascual.  Todo ello sin ordenadores, ni internet, ni nada de eso. Sólo miles y miles de humildes fichas ordenadas alfabéticamente y una máquina de escribir Underwood de 1939. También escribió el “Onomasticon Cataloniae – ocho grandes volúmenes sobre el origen de los nombres y topónimos catalanes -  y el colosal “Diccionari Etimològic i Complementari de la Llengua Catalana”. Sin duda uno de los filólogos más importantes que en el mundo han sido.



 

Wilfred Robert Francis Browning, teólogo y clérigo británico, escribió el “Diccionario de la Biblia” siguiendo la sugerencia de su colega en Oxford, Angus Phillips. Con más de dos mil entradas, lleva el subtítulo de “Guía básica sobre los temas, personajes y lugares bíblicos”. Resulta utilísimo para orientarse en la lectura del Antiguo y del Nuevo Testamento. Se publicó en 1996. Es fácil adquirirlo en internet; no tanto en las librerías.


 

 

El jesuita navarro Ignacio Errandonea, eminente helenista, dirigió la edición de este “Diccionario del Mundo Clásico” en el que trabajaron cuarenta  catedráticos de historia antigua, profesores, filólogos, arqueólogos, especialistas en derecho romano, medicina , arte y un sinfín de disciplinas. El Padre Errandonea escribe en el prólogo: ”... ahí está,  puesto en las manos del público, este libro, que espero ha de acercar al mundo hispano muchos tesoros de aquella civilización clásica, que lo formó y le donó la sangre y la savia de que se nutre, las esencias que en cierto modo perviven aún y bullen en su espíritu, en su ideario, sus instituciones, sus gustos y su lenguaje “. Se publicó en 1954 en editorial Labor. Inencontrable en librerías, pero se puede comprar en internet, no sin cierta dificultad.

 

    

 

Para terminar les recomiendo encarecidamente estos dos diccionarios extraordinarios y  singularísimos, escritos por un gran amigo mío desde hace casi treinta años: Ramón Andrés.

El “Diccionario de música, mitología, magia y religión”, primorosamente editado por Acantilado, es una obra única en su género. Obtuvo una acogida entusiasta y unánime por parte de la crítica y el público, y fue considerado por un conocido diario español el mejor ensayo en castellano del año 2012. Ramón , como poeta que es, además de músico y filósofo, impregna todos sus escritos de un tono lírico que, en él,  resulta natural e inevitable. Son 1776 páginas de sabiduría y belleza.

El “Diccionario de instrumentos musicales” (desde la antiguëdad a J.S.Bach), editado por Península en 2001, es ya un clásico.  Prologado nada menos que por John Eliot Gardiner, es el non plus ultra de la erudición y del rigor intelectual. Es frecuente que este tipo de obras requieran de  un equipo de colaboradores. Yo puedo asegurar con rotundidad que estos dos diccionarios han sido escritos de la primera a la última palabra, y  aunque parezca mentira, única y exclusivamente por Ramón. En los próximos meses está prevista la publicación en Acantilado de otro libro excepcional. Ya verán...

 

 

 


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